La Importancia de la Relación entre Ambas
En un contexto ideal debería existir una perfecta simbiosis entre la práctica clínica y la investigación científica ya que una depende de la otra. Tal “dependencia” es bidireccional puesto que la práctica clínica se alimenta de lo que la investigación científica produce y esta a su vez depende de la práctica clínica que tarde o temprano terminará adoptando (o desechando) lo que aquella propone.
Es también cierto que en otras tantas ocasiones (muchas por cierto) lo que se propone investigar o ya está siendo investigado parte de las necesidades de respuesta proveniente de la práctica médica.
Investigaciones y Estadísticas Clínicas
Históricamente se asumió a la investigación científica y al “arte” de la medicina clínica como disciplinas independientes. Más aún, los planes de estudio de la mayoría de las escuelas de medicina en casi todo el mundo contemplaban —afortunadamente ello está en revisión y en vías de acelerado cambio— dos ciclos bien delimitados: el ciclo de ciencias básicas y el ciclo clínico.
En muchos claustros, las materias del ciclo inicial están dictadas por profesionales diferentes a aquellos relacionados con el “arte de interpretar, diagnosticar y curar”. Ellos tienen una inmejorable formación académica y capacidad didáctica, pero es importante que esto se complemente con el reconocimiento de su aplicación en el terreno clínico.
Evidencia Basada en la Práctica
La actividad clínica aislada y con inadecuado fundamento desde lo básico corre el riesgo de transformarse en una actividad automatizada, refleja y empírica.
El investigador “nato” muchas veces carece de habilidad para visualizar la aplicación clínica de sus resultados, mientras que el clínico purista puede no tener la inclinación para formular preguntas científicas sobre los fenómenos que observa.
Para cerrar esta brecha, han surgido estrategias como la medicina basada en la evidencia. Pero ¿quién define esa evidencia? ¿Quién la recolecta y la comunica como verdad absoluta?
Evaluación Crítica de la Evidencia
La “evidencia” muchas veces proviene de resultados publicados en journals de alto impacto, pero con posibles sesgos que responden a intereses específicos.
El acercamiento entre medicina clínica y ciencias básicas debe formar médicos con experiencia amplia e intereses complementarios, capaces de integrar la investigación a la práctica cotidiana y distinguir lo sesgado de lo justo, lo desechable de lo confiable.
La currícula médica actual no contempla la capacidad de juzgar la validez de lo publicado ni de identificar problemas que requieren un enfoque científico. Tampoco promueve la generación de propuestas para resolverlos.
